La enfermedad de sobretrabajar

¿Estaré teniendo la enfermedad de los que solo saben trabajar?

Hacer y hacer y hacer

y obedecer

como marionetas, como robots.

Y no importa el rendimiento, ni la producción,

el dinero lo marca el reloj.

Cuanto menos tiempo tengas para disfrutar,

mucho mejor para este estado opresor.

Así no te paras a reflexionar.

Te tomas un café, una pastilla para la ansiedad

y a volver a funcionar.

Se te olvida comer.

No recuerdas lo que es el deseo sexual.

Reprimes las ganas de llorar.

No puedes dormir,

el panel de mandos está siempre encendido.

Luces y luces que no son estrellas.

Emociones que se convierten en enfermedad.

Sueños que se alejan.

Tu verdad en un papel.

Ya no sabes qué o quién eres.

No eres una maquina, eres un ser humano.

Lacayos del sin-sentido

Marionetas cumpliendo ordenes de voces vacias.

Cabezas vacias.

Corazones vacios.

Ojos ciegos.

Se os va el tiempo persiguiendo el dinero,

se os va la razón desoyendo al corazón.

Lacayos del sin-sentido,

complices de los usureros, de los carroñeros.

Se hacen ricos los ricos con vuestro sudor.

Perdeis el tiempo rezando por un poco de dinero al mes.

Os es suficiente.

Os sentis libres,

pero seguis siendo exclavos.

Yo también lo he sido, pero dejé de serlo.

Dejaré de serlo.



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