
Peques, hablad
Cajón de rabia Me declaraban culpable y no me daban oportunidad para defenderme. Ya sabía hablar y razonaba, pero me trataban como una sordomuda que no supo aprender otro lenguaje. Creían que la verdad era la versión de los demás. ¿Y dónde quedó la mía? Guardada en una garganta considerada invalida. ¿Dónde quedó la justicia? ¿Dónde quedó lo que sentía?
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