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Ha llovido y mucho desde aquellas legendarias Olimpiadas de Barcelona del 92. Después de un humillante tercer puesto en las Olimpiadas del 88 de Seúl (primeros quedaron la Unión Soviética y segundos Yugoslavia), los Estados Unidos y Michael Jordan juntaron al archiconocido Dream Team para Barcelona, un equipo con las mayores leyendas NBA del momento: Jordan mismo, Magic Johnsoon, Larry Bird, Charles Barkley, Scottie Pippen, Patrick Ewing… Un equipo repleto de Hall of Famers en el que solo faltaba el legendario Isiah Thomas (siempre ha proclamado que aquello fue debido a su problemática relación con Jordan y al gran peso de éste en la toma de decisiones del equipo).

20/07/2017 Dream Team de Estados Unidos en Barcelona’92

Aquel equpo arrasó absolutamente con el resto de competidores. Parecían hombres jugando con niños y Jordan, cumplió con creces su objetivo: nadie cuestionaría la superioridad baloncestística de los Estados Unidos por mucho tiempo.

La «derrota» del 88 (ya que en baloncesto para Estados Unidos cualquier cosa que no sea oro es una derrota) se debió, en principal medida, a que hasta el 92 Estados Unidos solo enviaba jugadores universitarios. Pero con la globalización del deporte la distancia entre USA y el resto de países se redujo notablemente, y tendrían que echar mano de todos sus recursos para poder así recuperar el honor perdido.

Sucedió algo parecido en la Copa del Mundo de 2023: Estados Unidos quedó cuarto debido a la falta de compromiso de sus grandes estrellas que optaron por no participar. Por delante quedó Alemania con el Oro, Serbia con la Plata y Canadá con Bronce.

Después del fracaso de la Copa del Mundo, se repite la historia y para las Olimpiadas del 2024 de París LeBron James le ha cogido el relevo a Jordan y se ha encargado de armar el mayor equipo de superestrellas posibles para intentar convencer aún al mundo de que la hegemonía de los Estados Unidos en el mundo del baloncesto sigue intacta. La realidad 32 años después de Bareclona es, sin embargo, completamente distinta. Y es que sus competidores, han cogido mucho terreno en estos años.

Las mayores estrellas ya no son estadounidenses

A día de hoy y a nivel individual podemos afirmar con seguridad que la mayoría de los jugadores más talentosos ya no provienen de los Estados Unidos: Luka Doncic (Eslovenia), Nikola Jokic (Serbia), Giannis Antetokounmpo (Grecia), Shai Gilgeous-Alexander (Canadá)…

El mejor indicador de ello es ver como la última vez que un estadounidense ganó el MVP en la NBA (máximo premio a nivel individual de la temporada) fue James Harden en 2018. Esto antes de que Joel Embiid se naturalizara y pasara a ser oficialmente estadounidense, claro está, pues el Camerunés ganó el galardón en 2023.

Este mismo año, por ejemplo, los finalistas del premio han sido Doncic, SGA y Jokic, siendo el serbio el que se alzara con el mismo.

No solo el presente en la liga es mucho más internacional, sino que también espera un prometedor futuro: la llegada de fenómenos como el francés Victor Wembanyama a la liga, ese alienígena de 2,24 que está destinado a ser el futuro de su franquicia y por que no decirlo, de la liga.

Wemby al lado de Tyrese Haliburton. Para que os hagáis una idea, éste último mide 1,96.

Y además, en el próximo draft, se prevee que los dos primeros picks vayan destinados a elegir a otros dos jóvenes talentos franceses: Alexandre Sarr y Zaccharie Risacher.

Los equipos internacionales han demostrado estar a la altura

No solo hablamos de talento individual, sino que además se ha demostrado una superioridad táctica por parte de los equipos internacionales. Cómo si no se puede explicar aquel legendario Oro de España en el Eurobasket de 2022 en el que ni partíamos como favoritos ni teníamos la plantilla necesaria para lograrlo. Scariolo convirtió un buen equipo en uno ganador. Sucedió algo parecido con Alemania en la ya mencionada Copa del Mundo del 2023, ya que nadie los poscionaba como favoritos.

"La Familia" hizo historia en 2022 con su sorpresiva Eurocopa. Posibles medallistas de París 2024
«La Familia» hizo historia en 2022 con su sorpresiva Eurocopa

Nunca hemos visto a Estados Unidos realizar hazañas por el estilo. Si han ganado ha sido siempre gracias a su increíble talento individual y no gracias a la táctica de juego, mucho más desarrollada en el Viejo Continente. Para confirmar esta teoría solo hace falta comparar un partido de la NBA con otro de la Euroliga, especialmente en partidos de Playoffs.

Veía el otro día un partido de los OKC Thunder, mi equipo favorito de la NBA, y después de haberme aficionado a la Euroliga esta última temporada me aburrí al ver que la única táctica que seguían los Thunder era darle el balón a Shai, su gran estrella. Sí, éste realiza jugadas espectaculares y sé que detrás de cada partido hay un entramado de estudio táctico, pero aún así no puedo evitar sentirme muchísimo más atraído por el estilo europeo, donde los egos de las estrellas no existen y el entrenador juega un papel muchísimo más relevante en la victoria de su equipo.

Pese a todo, Estados Unidos es favorito para éste verano

La realidad es esa: para París 2024 el equipo de los Estados Unidos es, sobre el papel, imbatible. Más aún con la incorporación de Joel Embiid, no exenta de críticas claro está pues parecía que el Camerunés se iba a enrolar al equipo galo debido a su orígen. Es un equipazo conformado por jugadorazos como LeBron James, Kevin Durant, Stephen Curry, Devin Booker, Anthony Davis, Anthony Edwards, Bam Adebayo…

En teoría es el equipo perfecto. Pero el baloncesto no es teoría y hay que ver que tan bien se combinan esas piezas acostumbradas a siempre tener el balón en sus respectivos equipos.

¿Quién podría plantarle cara al nuevo Dream Team?

A nivel de talento, Francia va sobrada, más aún ahora con Wemby en el equipo. El único problema con Francia es que en el pasado ha mostrado un pecho frío importante: tenían un equipazo en el último mundial y fueron eliminados en la fase de grupos (algo extremadamente inesperado y que sucedió a manos de Canadá y la gran sorpresa de la competición, Letonia). Y en el último Eurobasket España les dio una apabullante paliza en la final a base de corazón y ganas, pues el equipo galo era el favorito. Quizá estas últimas derrotas sirvan como gasolina para motivar a sus jugadores y hacerse así con medalla. Además, no hay que olvidar que juegan en casa.

Wemby y Gobert jugarán en París 2024
Gobert (2,16) y Wemby (2,24) son los interiores de una Francia que asusta

Canadá y Australia también tienen muchísimo talento, y así lo han demostrado en las últimas competiciones en las que han participado. Creo sin embargo, que siguen el modelo de los EUA y dependen mucho de sus talentos NBA (SGA y Lu Dort en el caso de Canadá y Josh Giddey y Patty Mills en el de Australia).

En siguiente lugar yo pondría a equipazos como Serbia y Grecia, con sus grandes talentos NBA ya mencionados y un banquillo repleto de jugadorazos de Euroliga.

Alemania y España completan la lista de posibles amenazas para los Estados Unidos estas Olimpiadas del 2024. Se trata de equipos que quizá no tengan tanto talento a nivel individual pero sí a nivel táctico y ya han demostrado en repetidas ocasiones que nunca hay que descartarlos.

París 2024: el mayor espectáculo baloncestístico de la historia

Todo esto para confirmar que este verano en París nos encontramos delante de la que será la mayor competición baloncestística de la historia: nunca tantes había habido tanto talento tan bien repartido. Puede que Estados Unidos gane con su nuevo Dream Team, sí, pero el espectáculo no tendrá nada que ver con aquel que vimos en Barcelona en el 92. Y es que LeBron y compañía se tienen que preparar bien porque el resto del mundo les va dar guerra en un intento de poscionarse en el panorama baloncestístico internacional y confirmar el fin de la hegemonía estadounidense. Solo el tiempo lo dirá.


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