¿Conoces aquel revuelo
cuando corres el velo
entre tu pasado y el viaje,
entre el destino y tu linaje?

Ese alivio momentáneo,
la pausa tan ansiada,
la ausencia de camino
que te pueda llevar a casa.

Un país sin senderos,
un caminar sin complejos,
sin ruta ni objetivos,
sin mirar a lo lejos.

Y es que a veces pienso:
"No es tan malo estar perdido
siempre y cuando sepa:
¡Eso es lo que he elegido!"

Todos los poemas del poemario «El gran viaje»