No quiero apagar tu llama,
quiero que se haga más fuerte
y la uses para crear,
no para destruir,
destruirte,
destruirnos.
Quiero que te salga fuego por la boca,
pero sin que me quemes,
sin que sufran los inocentes.
Quiero que muerdas y descargues
el veneno que te mata por dentro,
pero que lo hagas sobre los carroñeros,
los usureros.