Dirigida y escrita por Sean Durkin, The Iron Claw cuenta la historia de Kevin Von Erich y de la familia Von Erich

Hará varias semanas que, emocionado por el estreno inminente de The Iron Claw por su reparto pero aún sin saber a ciencia cierta cuál era su trama, vi una entrevista de Jeremy Allen White en la que decía que si no conoces la historia de la familia Von Erich es mejor adentrarse a la película sin buscar ninguna información. Le hice caso y me alegro enormemente de haber hecho así. Decir que la historia de los Von Erich me sorprendió se queda corto.

Encabezada por un inspiradísmo e hipermusculado Zac Efron, este drama familiar disecciona la definición de éxito de la América moderna a través de un padre que que presiona a sus hijos para conseguir lo que él nunca pudo: un título de pesos pesados de la WWE.

La interpretación de Efron es uno de los grandes reclamos de la cinta.

Junto a las grandes tragedias de la misma, la relación tan entrañable de los hermanos Von Erich (interpretados brillantemente por Jeremy Allen White, Harris Dickinson y Stanley Simons) brinda los momentos más emocionantes de la película. Unos hermanos que se apoyan pase lo que pase, y que son aliados ante un padre déspota y competitivo que hará lo que sea para que sus hijos «triunfen», aunque el precio de ello sea la felicidad de los mismos.

De izquiera a derecha: Harris Dickinson como David, Zac Efron como Kevin, Stanley Simons como Mike y Jeremy Allen White como Kerry Von Erich.

Si bien es cierto que la cinta no arriesga tanto como me gustaría y sigue una estructura narrativa convencional, todas las teclas que Durkin toca en esta sinfonía, las toca bien. Las interpretaciones son potentes, la historia te atrapa y la puesta en escena correcta. Me hubiera gustado que se explorara más la trama de Kerry (Jeremy Allen White) en el último tramo de la cinta, pues había un gran potencial en su historia y White podría haber sacado lo mejor de sí mismo, pero entiendo que el protagonista absoluto es Efron y que Durkin no haya querido desviarse.

Me resulta interesante la relectura que hace el personaje de Efron de la masculinidad al final de la película, donde por primera vez se permite mostrar su vulnerabilidad delante de sus hijos. Es esa epifanía final la que, después de todo lo acaecido en la cinta, acaba de romperte como espectador y donde no pude evitar emocionarme.

Esta reelectura de la masculinidad y la paternidad que ofrece la película me recordó a un interesantísimo vídeo de Nathaniel Dree que os recomiendo que echéis un vistazo.

The Iron Claw es un típico drama Americano de superación y al mismo tiempo es todo lo contrario: un producto único donde el éxito no es sinónimo de triunfo, donde el trabajo duro no es sinónimo de recompensa. Eso mismo convierte The Iron Claw en una película de lo más especial.



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