De la misma manera que me adentré a la primera Bird Box por la curiosidad que me generaba ver al músico Machine Gun Kelly actuar, la Barcelona post-apocalíptica como escenario ha sido el reclamo que me ha empujado a darle una oportunidad a esta nueva entrega de Netflix: no sorprende que haya resultado casi tan decepcionante como la original
Ya de entrada era mala idea hacer una secuela de una película tan mala como Bird Box y eso es así. Sin embargo, decidí darle una oportunidad para ver cómo habían usado la ciudad contal y por ver a Mario Casas actuar, quién a veces me parece bueno y otras veces no me transmite nada. Aquí se acerca más a la segunda.
Bird Box Barcelona empieza bien: nos muestra un enfoque ligeramente distinto al ya tan manido camino del héroe que casi todas las películas de Hollywood siguen. Digo ligeramente porque obviamente al final acaba siendo la misma historia lacrimógena de siempre, aunque se agradece esas primeras escenas con Michelle Jenner que el espectador no se espera. En esos primeros minutos los cuales no destriparé, se desvela un gran potencial. Buenos efectos, guión imprevisible, un Mario Casas que no da el cante… Sin embargo, dura poco. El algoritmo de Netflix se acaba imponiendo y acaba con cualquier ápice de originalidad, ofreciendo el mismo tipo de película que ya hemos visto mil veces. Actores como Patrick Criado o la propia Jenner están completamente desaprovechados en un proyecto que se desinfla a la media hora de empezar.
Me quedo con esos planos bien realizados de Barcelona postapocalíptica y con el enfoque internacional del proyecto, que creo que en lugar de ir en detrimento, convierte el producto en algo más original (aunque se agradecería escuchar algo de catalán también, teniendo en cuenta que sucede en Barcelona).
Mejor ya ni hablo del desenlace abierto de la película porque es que me parece horrible.
Conclusión
No la veas; estoy seguro que tienes cosas mejores que hacer. He perdido casi dos horas de mi vida para que tú no tengas que hacerlo. No me quiero extender más en este artículo porque no me gusta ser hater. Un abrazo para todos.