«Vidas Pasadas» es un retrato intimista de un romance frustrado, de lo que pudo haber sido y jamás fue

Hace poco escribía sobre la reencarnación y este es un tema que en el día de hoy viene al caso, pues hablaré de la última película de Celine Song, Vidas pasadas.

La cinta sigue la relación de Nora y Hae Sung a lo largo de los años, desde su niñez en Corea hasta el primer y único reencuentro décadas después en Nueva York, donde la primera ahora vive. Habla de un amor en el más puro sentido de la palabra pues no hay nada tan genuino como los vínculos nacidos en la infancia.

Song trata la historia con delicadeza, finura y simplicidad. No se complica ni busca perderse en el elementos más técnicos (aunque en todo momento sabe donde colocar la cámara creando momentos de belleza estética) y deja que el mayor peso de Vidas Pasadas recaiga sobre su guión y sobre sus tres actores principales, los cuáles están magníficos.

Greta Lee como Nora es uno de los mayores reclamos de «Vidas Pasadas»

Para mí, el principal reclamo de Vidas Pasadas es la interpetación de Greta Lee y el arco argumental de su personaje en ésta cinta intimista, donde podemos sentir cómo afecta el proceso de emigración a nivel cultural y social. Esto se nota aún más gracias a la intelegente contraposición que Song crea con los otros dos protagonistas: Hae Sung (interpretado por Yoo Tae-o) y Arthur (interpretado por John Magaro). Sung siendo el prototipo de hombre coreano, Arthur de hombre americano y ella, en una zona de grises, pues se puede vislumbrar como Arthur no es capaz de comprenderla en su totalidad al no compartir las mismas raíces (y de hecho el mismo personaje comenta como le gustaría poder entender en lo que ella piensa o sueña) y a su vez Sung forma ya parte de otro mundo que ella dejó atrás hace mucho. De hecho el personaje de Lee comenta lo «Coreano» que es Sung comparado con sus amigos coreanos estadounidenses. Nora no es ni coreana ni estadonunidense, es coreanamericana, una amalgama con la que muchos hijos de inmigrantes se podrán ver reflejados.

Aparte de ésta interesante lectura sobre la inmigración y cómo esta genera nuevas identidades que no pueden ser reducidas a una única bandera, la película de Song destaca por su belleza y sutileza. Las posibilidades que nunca llegaron a suceder pues no estaba destinado que sucediera así en esta vida. Es un relato poético sobre la amistad, el amor y las almas gemelas. En conclusión, la obra de Song me pareció fascinante y os recomiendo su visionado.


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