«El mundo es enorme» me decía, «me atrevería decir que infinito. Pero si solamente pudiera elegir tres lugares donde volver, sin duda, elegiría Roma, Atenas y Jerusalén.»
«El mundo es enorme» me decía, «me atrevería decir que infinito. Pero si solamente pudiera elegir tres lugares donde volver, sin duda, elegiría Roma, Atenas y Jerusalén.»