Vivo en un mundo

obsesionado con dividir.

Dividen la tierra en parcelas, en regiones,

en paises… Pero son todos del mismo sitio.

Dividen lo que consideran diferente:

raros y «normales»,

montañas y valles,

malos y buenos,

ríos y mares.

Se dividen en clases sociales,

pero son todos igual del importantes.

Se dividen las parejas por sus diferencias

cuando la diversidad hace la riqueza.

Se dividen por creencias, opiniones

y religiones.

Pero tienen todos las mismas canciones.

Se dividen por colores,

— color de pelo, color de piel —,

pero tienen todos el blanco.

La misma sombra, la misma luz.

Dividen tiempos, historias y culturas,

pero tienen todos los mismo cuentos,

los mismo adentros.

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