Siempre hay cierta polémica cuando hablamos de España, la medicina y la sanidad. Se dice constantemente que el sistema sanitario Español es uno de los mejores del mundo pero ¿es eso verdad? La compañía de seguros Generali, en un interesante artículo, afirma que la OMS (Organización Mundial de la Salud) lo sitúa como el 7º mejor a nivel mundial. Y eso a pesar de los recortes casi constantes que se llevan haciendo desde hace años.

Los 10 países que encabezan el ranking son Francia, Italia, San Marino, Andorra, Malta, Singapur, España, Omán, Austria y Japón. Es realmente llamativo no encontrar ningún país nórdico entre ellos puesto que son los que cuentan con un sistema de bienestar más robusto y tienen fama de ser más eficientes. La inclusión de Omán también es un dato curioso, no muchos esperarían encontrar a un país tan poco conocido de Oriente Próximo en el listado.

¡Pensar que España tiene un hombre de la categoría científica de Ferrán y que nos lo han de descubrir los extranjeros! ¡Más batallas ha ganado nuestro compatriota en la guerra mundial con su vacuna anticolérica que el más afortunado general!

Álvaro de Figueroa y Torres, Conde de Romanones

Se trata de un listado llamativamente variado en términos de tamaño y población. Encontramos países muy pequeños como San Marino, Andorra y Malta, que, contando con una escala mucho menor pueden tener mayor eficiencia y personalización en cuanto su gestión sanitaria. Los países más grandes y poblados como Francia, Italia, España y Japón, sin duda se enfrentan a mayores dificultades en la gestión de sus sistemas de salud debido a su diversidad demográfica y geográfica. Los casos de Omán y Singapur nos muestran cómo países tan diferentes a los occidentales en términos de estructurales, culturales y de desarrollo también pueden destacar por su atención sanitaria. Todo esto demuestra que la alta calidad en los sistemas de salud se puede lograr de muy diversas maneras, con estructuras estatales y estrategias muy diferentes.

Las oscuras sombras del sistema

La Comunidad de Madrid es un buen ejemplo de los contrario. Es la comunidad autónoma con mayor PIB per cápita pero presenta un déficit enorme en cuanto a atención primaria pública se refiere. Hay 18 centros de salud con serios problemas de personal. En un artículo de 2023, el diario El español da los datos de los 18 más necesitados y son datos muy preocupantes.

La situación es especialmente crítica si hablamos del departamento de pediatría. Me parece inconcebible e indignante que en 3 centros de salud no haya ni un solo pediatra para cubrir a una población combinada de más de 60.000 personas.

Tabla elaborada por el sindicato médico AMYTS con centros de salud en estado crítico de la Comunidad de Madrid
Fuente: El español
https://www.elespanol.com/madrid/comunidad/20231214/centros-salud-mayor-deficit-medicos-madrid-ninguno-zona-norte/816918692_0.html
Tabla elaborada por el sindicato médico AMYTS con centros de salud en estado crítico de la Comunidad de Madrid
Fuente: El español

Otro caso especialmente complicado y delicado es el de las matronas. Según un artículo publicado en El país en julio de 2024, hay menos de 10.000 en toda España, estamos a la cola de Europa. La Comunidad de Madrid cuenta con el ridículo número de 266 para atender a 3,5 millones de mujeres. El problema se revela aún peor si miramos más en detalle, descubriremos que más del 30% se jubilará en los próximos años y no hay relevo a la vista.

No todo son malas noticias, hay quien se beneficia

La cara de la moneda la presenta el negocio de la privatización. Ya en 2012 se publicaba en El Diario que los beneficios obtenidos serían realmente importantes. Hoy en día, como publicó El País el 29 de julio de 2024, esos beneficios se han disparado en Madrid (y en el resto del país).

No nos engañemos, todo esto ni es fruto de las políticas de recortes llevadas a cabo en los últimos años ni de las ideas liberales de la derecha. Todo comenzó con la Ley General de Sanidad (LGS) aprobada en 1986, con el PSOE de Felipe González en el poder. Es muy interesante la cronología que muestra El Diario en un artículo publicado en 2013.

La investigación médica: Larga nómina pero muchos emigrados

Pero el sistema sanitario no es el único foco importante del desarrollo médico. Aunque normalmente es algo no muy conocido por el gran público, España y la medicina han estado muy unidos desde hace siglos. La aseguradora DKV propone una lista de los más afamados de la historia más reciente, incluyendo alguno más que a Ramón y Cajal o Severo Ochoa. Sin embargo, muchos se han tenido que ir lejos para desarrollarse adecuadamente.

La página web Highly Cited Researchers publica el nombre de los investigadores actuales más citados del mundo. Entre los que hay 105 afiliados a instituciones españolas en la versión del año 2023. No es un mal dato, a pesar de la diáspora causada por las malas condiciones que sufren los investigadores en nuestro país. En 2014 solamente había 47 en esta lista, 7 en medicina. Aún estamos muy lejos de los anglosajones (EEUU, Gran Bretaña, Australia), China o Alemania, pero estamos a la par de Italia y muy cerca de Francia.

La investigación pública: el CSIC

En el ámbito de la investigación contamos en España con una institución de renombre internacional, el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas). Fue creado recién terminada la guerra civil, a finales de 1939. La idea era tener era tener controlada totalmente a la ciencia española.

Sin embargo, se trata de una institución que no era novedosa pues entronca directamente con la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) que surgió de la Institución Libre de Enseñanza. Fue creado mediante un Real Decreto publicado en la Gaceta de Madrid (antiguo BOE) el 15 de enero de 1907. El Instituto Ramón y Cajal, dentro de la estructura del CSIC, es Referencia internacional en el estudio del cerebro, fue creado en 1920.

Las instituciones públicas han tenido, a pesar de las adversas condiciones económicas, mucho peso en el desarrollo científico e innovador en España.

Hitos históricos, nombres desconocidos

Actualmente hay muchos científicos españoles de renombre internacional, como podemos ver en un artículo publicado en National Geographic en 2021, pero hay muchos otros casi desconocidos. Además, en casi todos estos casos, fue su iniciativa personal la que llevó a la medicina española a avanzar a pasos agigantados. El mismo Ramón y Cajal es uno de los mejores ejemplos. Estos son solamente algunos nombres destacados:

Jaime Ferrán, la vacuna contra el cólera

¡Pensar que España tiene un hombre de la categoría científica de Ferrán y que nos lo han de descubrir los extranjeros! ¡Más batallas ha ganado nuestro compatriota en la guerra mundial con su vacuna anticolérica que el más afortunado general! Esto decía el Conde de Romanones, varias veces presidente del gobierno, en 1922.

Con él España y la medicina vuelven a su ya clásica relación de amor-odio. La Biblioteca Nacional de España publicó en 2020 un interesantísimo artículo sobre este gran investigador. Fue otro gran científico español que tardó 20 años en ser reconocido a nivel mundial por su enorme mérito. Antes que en España, Francia y Alemania ya le habían reconocido. En 1885 el Dr. Jaime Ferrán inició la inoculación de la primera vacuna moderna contra el cólera. Valencia y Alcira fueron los focos más importantes de su trabajo. Toda Europa estaba pendiente.

Ya en mayo de 1885, Emilio Castelar (el que fuera presidente de la I República), como publicó el periódico El día, se dirigió al gobierno preguntando si harían lo mismo que en Francia con Pasteur o en Alemania con Koch y financiarían los estudios del Dr. Ferrán. El ministro de gobernación respondió de forma evasiva diciendo que se nombraría una comisión que lo estudiaría.

A finales del verano, la epidemia remitió y Ferrán volvió a Barcelona para hacerse cargo del Laboratorio Microbiológico Municipal. Allí siguió investigando también sobre otras enfermedades como la tuberculosis, la fiebre tifoidea, la difteria o la rabia.

Fidel Pagés y la inyección epidural

Otro caso realmente llamativo de falta de reconocimiento en España es el de Fidel Pagés. Las madres de todo el mundo deberían hacerle un monumento a este cirujano militar español que en 1921 describió la anestesia epidural, a la que denominó «anestesia metamérica».

En realidad la había usado ya profusamente durante la guerra del Rif. Llegó a Melilla en 1909 y contribuyó de manera fundamental a reducir la mortandad entre los soldados en las mesas de operaciones. Encontró el remedio para atenuar los enormes dolores que sufrían. Tras su experiencia en Marruecos, en 1917 fue enviado a colaborar en los campos de prisioneros establecidos en Viena, donde salvó incontables vidas usando su técnica.

En 1921 acudió nuevamente destinado al frente marroquí, donde volvió a ser fundamental en los quirófanos. En 1923 volvió España para disfrutar de un permiso durante el cual tuvo un accidente de tráfico en el que falleció. Tenía solamente 36 años.

Sus trabajos nunca se tradujeron a ningún idioma por lo que no lograron repercusión internacional hasta que en los años 30 saltó la polémica. El doctor italiano Achille Dogliotti afirmó ser el inventor de la técnica de la inyección epidural y es reconocido por ello internacionalmente. Sin embargo, desde Argentina, el Dr. Alberto Gutiérrez alza la voz en defensa de Pagés, llevaba años empleando sus técnicas. Finalmente, Dogliotti se retracta y reconoce al español como el inventor real de la técnica.

Inventos fundamentales: la fregona y la jeringuilla desechables

España y la medicina le deben a Manuel Jalón Corominas un lugar muy especial en el Olimpo sanitario. Militar, Ingeniero, piloto, inventor… personaje singular que no está relacionado directamente con el mundo de la medicina pero que contribuyó a él de forma notable.

Se le conoce más por crear y patentar un tipo de fregona en 1956. Realmente, aunque parezca mentira, también este invento tiene una importante relación con la salud. Hasta aquella época las mujeres fregaban los suelos arrodilladas sobre bayetas y con las manos, lo que producía una enorme cantidad de problemas en las articulaciones y en las manos. Aún recuerdo a mi abuela e incluso a mi madre pedirme la «rodilla» para secar los platos. Se vendieron millones de estas fregonas en muchos países, haciendo posible mejorar la salud de muchas personas.

Pero sería otra innovación la que le daría un lugar importante en el mundo de la industria farmacéutica. En realidad, más que inventar, perfeccionó de forma definitiva uno de los dispositivos médicos más usados y que ha ayudado a salvar más vidas en la historia reciente: la jeringuilla desechable. No es un invento moderno, ya se usaba en la Edad Media y se vieron muchos modelos durante la historia, pero fue Jalón Corominas quien le dio el actual formato en 1980. El material que se utiliza principalmente es el polipropileno, que ni es tóxico ni provoca reacciones alérgicas. Además, logró dotarlo de un embolo que no se atasca, y el material utilizado para su fabricación hace más sencilla su destrucción una vez utilizadas. Gracias a él se han facilitado muchísimo los procedimientos médicos.

La piel artificial, el último hito de la ciencia pública española

Sin embargo, todo esto no se queda solamente en hechos históricos. De forma cotidiana, nos encontramos con nuevos lazos entre España y la medicina. El País publicó un artículo el 22 de julio de 2024, sobre la piel artificial más innovadora que se conoce en la actualidad y que es la culminación de una investigación de 15 años. Esta es una innovación vital para muchos pacientes de la unidad de grandes quemados. Es el resultado de la colaboración entre el Hospital Virgen del Rocío (Sevilla), Hospital Virgen de las Nieves (Granada) y la Universidad de Granada. Todas ellas instituciones públicas.

Vuelve a demostrarse la enorme importancia de las instituciones públicas en el avance y desarrollo científicos en España. Como dijo Santiago Ramón y Cajal: «A todo lo largo de mi vida científica me he sentido dominado por un sentimiento que no ha abandonado mi espíritu: la gratitud hacia el generoso pueblo que, con su sacrificio y con su constante generosidad, ha hecho posible mi carrera.»

Balance sobre la sanidad y la investigación médica en España

Por todo esto podemos sentirnos orgullosos de tener un sistema sanitario tan bien apreciado a nivel mundial. En general, aún nos ofrece una atención de un nivel excelente. Sin embargo, llevamos tiempo observando síntomas inequívocos de agotamiento. El desarrollo de las políticas de recortes presupuestarios y una apuesta decidida por su privatización es sin duda una de sus causas fundamentales. La falta de presupuesto se nota sobre todo en la atención primaria y llega a ser sangrante entre los pediatras y las matronas. Siempre sufren los más débiles, las mujeres y los niños. Además, se prevé una escasa renovación del personal por las malas condiciones laborales y económicas que ofrecen los sistemas de salud de las diferentes comunidades autónomas.

A todo esto, hay que añadir la tradicional falta de apoyo político y económico que sufren las instituciones públicas tanto sanitarias como investigadoras, muchos se ven obligados a emigrar. Más allá de nuestras fronteras se los estima mucho lo que prueba la excelencia de su formación y su capacidad de trabajo.

Aún así, tenemos que ser optimistas y alegrarnos de la resiliencia y tenacidad que demuestran los investigadores que deciden permanecer en España. También la de los profesionales que día a día nos atienden en los centros de salud y los hospitales públicos. Todos ellos son un ejemplo a seguir y merecen no solo nuestro apoyo sino nuestra gratitud eterna.

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