
La vorágine de Gaza: la guerra interminable en Palestina
Eloí, Eloí, Lamá sabactaní? Es lo que Jesucristo dijo, según San Mateo, cuando sufría aquella larga agonía, clavado en la cruz, en el monte Calvario, justo antes de morir. Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado? es lo que tantos y tantos gazatíes murmuran mirando al cielo desde hace ya dos interminables años.