Hace unos años pude pasear por la Plaza de Tiananmén. Es, sin duda, una de las plazas más grandes del mundo. Es un gigantesco rectángulo en cuyo lado norte está la entrada principal a la Ciudad Prohibida de los emperadores, presidida por el enorme retrato de Mao. En el lado sur, a unos seiscientos metros, se encuentra el gigantesco mausoleo donde está enterrado el dictador. Un escenario y un simbolismo perfectos para impresionar y proyectar poder geopolítico.

Fuente: CNN español
Esta plaza es famosa por ser testigo de episodios memorables de la historia del país. En 1989, los tanques no dudaron en aplastar y silenciar las grandes manifestaciones que pedían la apertura del sistema, se produjo una masacre. Hoy día se utiliza para realizar impresionantes desfiles militares en los que los chinos son auténticos maestros.
Uno de los días más señalados es el día 2 de septiembre, se conmemora el final de la Guerra del Pacífico (1937-1945). Miles de manos alzadas al cielo haciendo ondear un mar de banderitas, música militar y cientos de soldados marcando el paso de la oca. Esas formaciones perfectas recuerdan demasiado a aquellos otros desfiles en la Plaza Roja de Moscú durante los últimos años de la Guerra Fría.

Fuente: CNN español
Recientemente se ha celebrado el 80 aniversario de la derrota de los japoneses. Bajo la atenta mirada de Mao Zedong, el palco fue presidido por tres figuras sin las que no se entiende la geopolítica actual: Xi Jinping flanqueado por Vladimir Putin y Kim Jong Un. La postal lanza un mensaje muy claro: China aparece como eje central y Rusia y Corea del Norte están a su lado, al mismo nivel. Sin duda una de las imágenes más importantes de las últimas décadas.
Esta foto parecía imposible hasta hace no demasiado tiempo. Contrasta fuertemente con los logros del presidente Nixon y su secretario de Estado H. Kissinger en 1972. Mao fue convencido para que se alejara de Moscú y se acercara a Washington con la conocida diplomacia del ping-pong. Ahora todo parece haberse venido abajo y los antaño rivales asiáticos se encuentran más cerca y en mejor sintonía que nunca.
Pero este movimiento va mucho más allá de la aparente cordialidad entre Rusia y China, con Corea del Norte como convidado. También la India parece haber superado sus ancestrales conflictos fronterizos con el gigante asiático. El primer ministro indio, Narendra Modi, también se ha reunido con Putin y Xi Jinping. La BBC ha publicado un análisis muy interesante sobre este tema.
Irán es otro de los posibles países dispuestos a unirse al bloque. Siente una presión enorme: tras la caída del régimen amigo de Siria, está más aislado que nunca. A ello hay que añadir los bombardeos israelíes y americanos de sus instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán hace unos meses. En realidad, según afirma la ONU en este artículo publicado en su web, la población civil fue la que más sufrió el ataque. Se habla de más de 400 muertos (entre los que figuran más de 50 mujeres y niños) y unos 3000 heridos. La respuesta iraní se cobró 24 muertos y más de 1000 heridos. ¿Será Ayatolá Alí Hoseiní Jamenei el siguiente en unirse al grupo?

Fuente: BBC mundo
Es importante resaltar que China no solo se mueve en Asia, recordemos que parece asentada con fuerza en Serbia, a las puertas de la UE, tanto económica como militarmente. Además, ha irrumpido en el continente africano, especialmente en Tanzania, Kenia y RD del Congo.
Mientras, las reuniones de los líderes occidentales parecen muy distintas. Hace unos meses, la UE se reunía con D. Trump en condiciones de inferioridad aparente, luchando para que no elevaran demasiado los aranceles. Además, la Casa Blanca parece actuar a la defensiva y de forma agresiva. Como se indica en la web de la Casa Blanca, Trump ha ordenado el cambio de denominación ‘Departamento de Estado’ por el de ‘Departamento de Guerra’ para proyectar, según sus propias palabras, «fuerza y determinación».

Fuente: US Today
China es una potencia pragmática, no parecía buscar respuestas armadas a sus ambiciones económicas, algo de lo que ya hablamos en nuestro artículo Afganistán: de territorio marginal a ficha clave en Asia Central. Sin embargo, ¿podría el ímpetu militarista americano empujarla a demostraciones de músculo más a menudo?
¿Podemos estar ante la formación definitiva de dos bloques antagonistas? ¿Nos conducirá esto a una Segunda Guerra Fría? O, por el contrario, ¿nos llevará hacia algo mucho más candente y peligroso como lo que ocurrió en aquel lejano 1914? Lo que sí podemos afirmar es que Europa está siendo obligada a entrar en una carrera armamentística con precedentes letales, algo que para los EE.UU. es un modus vivendi desde la Segunda Guerra Mundial.