Podrás creer,
podrás sentir
que hay que sufrir para liberarse;
soltar la culpa
por vivir en mejores condiciones
que los que rozan la muerte
o los que ya la tocaron.
Sufrir no les hace revivir,
no les haces ningún favor.
No te hace estar mejor.
No hay por qué sufrir,
no tienes por qué castigarte.
Dilo.
Esa es la forma de liberarte.