Hacía ya unos cuantos años que no había podido visitar a mi familia en mi ciudad natal. Santander tiene unas playas maravillosas. Suelo ir a caminar por las noches, cuando casi no hay nadie. Aquella noche, como todas las demás, al salir me senté en un banco en el paseo que bordea la playa del Sardinero para quitarme la arena de los pies. Algo me pareció extraño, pero no sabía qué era. Me quedé tranquilamente sentado, oyendo el rumor de las olas, giré la cabeza y vi a una pareja que se acercaba paseando tranquilamente en la soledad de la noche. Entonces me di cuenta, cada vez que se acercaban a una farola, esta aumentaba la intensidad de su luz. Una vez la pareja había pasado de largo, la luz volvía a su anterior intensidad.

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¿Qué significa ser ecológico en el mundo moderno?

¿Qué es lo que nos viene a la mente cuando hablamos de ser ecológico?¿Tal vez sea el simple hecho de reciclar en casa y consumir productos ecológicos?¿Quizá sea la imagen de esos extensos campos poblados con negras placas que recogen la luz del sol y la transforman en energía? ¿o esos altísimos y esbeltos molinos en las crestas de las sierras que mueven sus aspas con aparente languidez?

Ser ecológico puede interpretarse de muchas maneras diferentes en un mundo como el de hoy en el que la gente poco a poco va siendo más consciente de lo importante que es. Sin embargo, hay aspectos que son menos obvios que tienen una enorme importancia para que se pueda desarrollar una sociedad más sostenible y amable con el medioambiente. 

Muchas de las grandes ciudades del mundo están ya en el camino de una transformación que es una verdadera revolución. Se está produciendo un reciclaje que busca dar solución a los que ya son los grandes problemas de la humanidad.

La revolución de la domótica

Aquella experiencia tan cotidiana junto a la playa me hizo reflexionar sobre las diversas formas en que se pueden integrar las innovaciones en nuestras vidas, facilitando y promoviendo la sostenibilidad.

La iluminación artificial es una de las caras más obvias de esta transformación. Ha sido un largo camino el recorrido desde el fuego que calentaba y ahuyentaba a las bestias y a los malos espíritus de los hogares de nuestros antepasados hasta la bombilla incandescente. Hoy, cuando mencionamos la iluminación inteligente tendemos a pensar en las luces de colores que adornan las habitaciones de los amantes de los videojuegos. Sin embargo, no nos paramos a pensar que estas innovaciones no solamente ayudan a mejorar nuestra calidad de vida sino que tienen un impacto muy positivo en el cuidado del medio ambiente.

Un smart home se ha convertido en una opción real y relativamente económica que puede mejorar notablemente la calidad de vida y la economía familiar usando un smartphone o un altavoz inteligente.

¿Merece la pena cambiar?

La tecnología de la domótica aporta comodidad, seguridad y ahorro. Las casas inteligentes pueden hacer que ahorres hasta un 30% en tus facturas de energía o incluso más, como se afirma El Economista en un artículo publicado en 2021. Se trata de una inversión realmente valiosa en cualquier hogar.

Todos estos dispositivos suelen ser de fácil instalación y contribuyen a que tu hogar sea mucho más eficiente energéticamente. Esto no solamente implica un gran ahorro económico en las facturas de luz, gas y agua, sino que también contribuye de forma importante a la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.

La domótica del hogar se compone de múltiples dispositivos que se pueden adquirir fácilmente y que pueden controlarse por voz o por aplicaciones móviles gratuitas, y por supuesto se pueden programar e integrar en los ecosistemas de hogares inteligentes. Además, gracias a las ya mencionadas aplicaciones, puedes obtener información detallada en cada momento sobre su consumo.

Algunos de los dispositivos más utilizados son los siguientes:

  • enchufes inteligentes (optimiza el consumo energético programando su uso)
  • bombillas inteligentes (permiten crear diferentes atmósferas lumínicas según convenga)
  • termostato inteligente (detecta si hay gente o no en casa, se puede adaptar a la predicción meteorológica para calentar el hogar con más eficiencia).
  • monitor inteligente para plantas (controla la luz, la humedad, los nutrientes… de tus plantas)
  • robot aspirador (encuentra limpio tu hogar aunque hayas pasado el día fuera)
  • estación meteorológica (indica cuándo tienes que ventilar, los niveles de contaminación…)

Pero ¿y si todo esto se pudiera aplicar a espacios mucho mayores? ¿y si en vez de un hogar inteligente pudiéramos tener ciudades inteligentes?

¿Qué son las Smart Cities?

Toda esta tecnología que mucha gente en los países avanzados ya utiliza en sus hogares se está comenzando a utilizar también en extensiones mucho mayores. Grandes urbes del mundo están usando la tecnología para mejorar su gestión.

La OCDE en un informe publicado en 2012 calculaba que para 2050 habrá una población mundial de 9000 millones de personas, casi el 70% vivirá en ciudades. Los informes de la ONU referentes a las perspectivas sobre la vida en las ciudades en un futuro cercano no son halagüeños. Hoy en día las urbes ya consumen más del 75% de la energía y producen el 60% de los gases de efecto invernadero, sin embargo, ocupan un minúsculo 2% de todo el territorio. 

Teniendo en cuenta todo esto, muchas de las grandes ciudades del mundo están ya en el camino de una transformación que es una verdadera revolución. Se está produciendo un reciclaje que busca dar solución a los que ya son los grandes problemas de la humanidad:

  • el enorme aumento de la población urbana, sobre todo en África y Asia
  • el gran incremento de la contaminación que afecta de forma alarmante a la salud de sus habitantes
  • la falta de recursos
  • la gestión del agua, cada vez más escasa y contaminada
  • la eficiencia energética…
"Las smart cities persiguen mejorar la calidad de vida en las ciudades mediante la aplicación de nuevas tecnologías y métodos de gestión en diversas áreas desde las infraestructuras, medio ambiente, energía..."
Fuente: https://suelosolar.com/noticias/medioambiente/espana/4-3-2018/que-son-ciudades-inteligentes

¿Puede ser la tecnología la solución?

Algunos de los principales pilares en los que se basa la idea de las Smart Cities o ciudades avanzadas son los siguientes:

Transparencia en el gobierno y la economía: la planificación económica y la gestión son claves para el óptimo desarrollo de las ciudades. De esto depende que se lleven a cabo las inversiones adecuadas que favorezcan un futuro más verde.

Consumo energético optimizado: La aplicación de sistemas avanzados de gestión energética y el uso de energías renovables es un aspecto clave en la transición hacia ciudades que buscan ser más sostenibles.

Movilidad urbana: La gestión del tráfico y con ello de gran parte de la contaminación urbana es fundamental. Cada vez más en muchas ciudades se está viendo el paso hacia el uso de medios de transporte facilitan la fluidez del tráfico y la menor dependencia del automóvil privado.

Gestión inteligente de residuos: La optimización de la recogida y el tratamiento de los residuos es un aspecto fundamental si pretendemos avanzar en la lucha por mejorar el medioambiente.

La solución que se ha encontrado para hacer frente a estos grandes retos es el uso de  las Tecnologías de la Información y la Comunicación y el big data para realizar una gestión más eficaz, eficiente y sostenible del transporte público, el consumo, la comunicación… El objetivo final es aumentar el bienestar de los ciudadanos y promover la lucha por el medio ambiente reduciendo la producción de contaminación y el consumo energético.

Algunas de las medidas que se toman en las ciudades inteligentes o 4.0 son:

  • farolas con sensores que controlan la contaminación lumínica o la calidad del aire
  • paneles fotovoltaicos en los semáforos
  • control digital de los contenedores de basura para una recogida más eficiente de los residuos
  • contadores inteligentes de agua y luz
  • promoción del uso de la bicicleta o de los vehículos eléctricos
  • incremento de las zonas verdes para proporcionar a los habitantes urbanos lugares de esparcimiento y contacto con la naturaleza…

La ONU y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible: el punto 11

En el año 2000, las Naciones Unidas lanzaron sus Objetivos de Desarrollo del Milenio:

1.- Erradicar la pobreza extrema y el hambre

2.- Lograr la enseñanza primaria universal

3.- Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer

4.- Reducir la mortalidad de los menores de 5 años

5.- Mejorar la salud materna

6.- Combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades

7.- Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente

8.- fomentar una alianza mundial para el desarrollo

Años más tarde se inició el proceso y, por fin, en 2015 se definieron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Muchos expertos están de acuerdo en que el pilar fundamental de este compromiso medioambiental está en el punto 11:  lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Consideran que si no se avanza en el desarrollo de las ciudades, no se lograrán los demás objetivos. No olvidemos lo que comentábamos antes, 6300 millones de personas vivirán en ciudades para el año 2050.

Ha costado mucho esfuerzo y nos ha llevado mucho tiempo que los gobiernos de todos los países comiencen a involucrarse seriamente en el desarrollo de estos objetivos para intentar salvar al planeta y a la humanidad. Sin embargo, con el continuo estallido de conflictos bélicos de los últimos años, parece que hay otras prioridades.

Algunos ejemplos de Smart Cities

En un artículo publicado en la web esmartcity.es el 11 de abril 2023 encontramos información muy interesante:

El International Institute for Management Development (IMD) y la Organización Mundial de Ciudades Inteligentes y Sostenibles (WeGO) han publicado el Smart City Index de 2023. Se trata de una evaluación exhaustiva de un listado de 141 ciudades de todo el mundo. Se han llevado a cabo encuestas a sus ciudadanos y se han tenido en cuenta datos económicos y tecnológicos. Todo ello ha dado como resultado un ranking en el que los 20 primeros puestos están ocupados por ciudades de Europa, Asia y Oceanía. Liderado por Zurich (Suiza), seguida por Oslo (Noruega) y Canberra (Australia) en el 3.er puesto. La primera americana es Nueva York, en el puesto 21. En el ranking encontramos cuatro ciudades españolas: Bilbao (27ª), Madrid (37ª), Zaragoza (54ª) y Barcelona (75ª).

Lo que más se destaca entre los aspectos tenidos en cuenta para realizar este índice han sido los espacios verdes, la oferta cultural y la facilidad para acceder a la compra online de sus entradas, gestión del tráfico, transporte público satisfactorio, uso de medios de transporte ecológicos, salud y seguridad, saneamiento de la ciudad…

Como podéis comprobar no solamente se trata de temas estrictamente tecnológicos sino que se tienen en cuenta aspectos de la vida en general, lo que hace de este índice algo realmente interesante.

Dudas sobre la seguridad de las Smart Cities

La gran mayoría de la gente está convencida de que la revolución tecnológica que nos está llevando a hacia las ciudades inteligentes es positiva y está propiciando un cambio crucial, puede ser una de las últimas oportunidades para el hombre y el mundo que conoce. Sin embargo, durante toda la historia ha habido gente ve con recelo los avances tecnológicos, destacando los posibles peligros y la pérdida de privacidad. Hobbes nos recordó lo que ya habían afirmado otros autores anteriores «homo homini lupus», el hombre es un lobo para el hombre.

Multitud de obras literarias, películas de cine y series de televisión advierten de los peligros que pueden traer estos avances tecnológicos. Siempre recuerdo una película que me impactó en un ya lejano 2007: Die Hard 4: Live Free or Die Hard (La Jungla de Cristal 4). Podría ser la típica película de acción americana llena de explosiones y acción que solamente pretende entretener, pero hoy día podemos ver que el caos producido por un ciberataque a cualquiera de nuestras ciudades es posible. Más recientemente, Netflix lanzó la película Leave the World Behind (Dejar el mundo atrás) ¿Podría realmente un ciberataque a gran escala convertir nuestro mundo en un caos apocalíptico?

La verdad es que esa posibilidad siempre está presente, pero seamos serios, las amenazas a la estabilidad y a la seguridad son algo que ha existido a lo largo de la historia sin la presencia de las Smart Cities. La clave está en aprovechar las ventajas de la tecnología tratando de reducir los riesgos.

La gestión adecuada de la tecnología de las Smart Cities es una herramienta muy poderosa para mejorar la calidad de vida y proteger el medio ambiente. Sin embargo es fundamental que sigamos todos estos avances con una mirada crítica y vigilante, asegurando que los beneficios sean mayores que los posibles peligros.

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