Era difícil cumplir con las expectativas generadas por la excelente precuela, pero la nueva entrega de animación de Spider-man ha cumplido con nota
Recuerdo perfectamente lo mucho que me maravilló Spider-man: Un nuevo universo cuando la vi por primera vez. Se convirtió automáticamente en mi película de animación favorita. Su deslumbrante apuesta visual, que marcó un antes y un después en el cine de animación contemporáneo como bien indica Álvaro Wasabi en este vídeo, acompañaba una historia entretenida y amena pero no simplista, con unos protagonistas de lo más carismáticos. En los tiempos de saturación de superhérores que corremos, esta película era un soplo de aire fresco. Un toque de atención para la industria, que recordaba que aún se puede hacer contenido original con nuestros personajes favoritos.
Precisamente por ello no sabía qué esperar de su ya confirmada secuela. ¿Estaría a la altura? Lo cierto es que Spider-man: Un nuevo universo ha subido la apuesta y ha salido ganando. Esta entrega del trepamuros de Brooklyn es mejor que la primera.
Una trama más compleja
La nueva película de Spider-man tiene todos los elementos que funcionaban de su precuela (escenas cómicas que funcionan, un estilo visual apabullante y unos protagonistas que atrapan), pero además, cuenta con un guión mucho más elaborado. De hecho, mientras veía la película, me sorprendió que desde Sony dieran luz verde a un proyecto tan ambicioso a nivel de guión, teniendo en cuenta que se trata de una película de carácter familiar y de animación. Obviamente aplaudo esta decisión y es lo que para mí marca la diferencia entre ambas entregas y convierte la segunda en una mejor película.
Sin perderse en callejones sin salida o en temas irreleventes, este film explora el tan manido tema del multiverso de un modo original y claro, y además opta por dar a sus personajes una profundidad dramática mucho más desarrollada que en su precuela. Es, al fin y al cabo, mucho más que su increíble animación o que sus aciertos cómicos: es un producto de calidad a nivel de trama, que te mantiene intrigado con cada paso que dan los protagonistas.
Ya solo por la animación vale la pena verla
El último punto que me gustaría destacar es el hecho de que también se hayan arriesgado en el aspecto visual, teniendo en cuenta lo bien que funcionaba la primera entrega. Esta apuesta por tantos estilos artísticos distintos dentro de la misma película la ha convertido en un producto único de nuestros tiempos: una colección de fotogramas que por sí mismos son obras de arte.