Rien ne va plus! La banca siempre gana: El HSBC como paradigma

La impactante historia de 160 años, culminados con escándalos financieros, corrupción y destrucción ambiental. ¿Te lo vas a perder?

¡Juego, set y partido! El día 8 de junio de 2025, un Carlos Alcaráz imparable, levantó por segunda vez la enorme copa que se entrega al ganador del Queen’s Club Championships. Este es uno de los torneos de tenis en hierba más famosos. Es la antesala del gran plato fuerte, Wimbledon. De hecho, es tan importante que, por motivos de patrocinio, cambió su nombre para la edición de 2025 a HSBC Championships.

Carlos Alcaraz se proclama por segunda vez campeón del Queen's Club Championships. en 2025 llamado HSBC Championships por motivos de patrocinio
Fuente: sports.yahoo.com
Carlos Alcaraz se proclama por segunda vez campeón del Queen’s Club Championships. En 2025 llamado HSBC Championships por motivos de patrocinio
Fuente: sports.yahoo.com

¿Qué es el HSBC?

Pero…  ¿Quién está realmente detrás de las siglas HSBC? y ¿por qué tiene tanto empeño en patrocinar el evento?

Vayamos por partes. En realidad es bastante común que grandes empresas patrocinen eventos deportivos. Rolex lo hace con regatas de vela como la Rolex Maxi Yacht Cup y la Rolex Big Boat Series. El BBVA y el Santander hicieron lo propio con La liga de fútbol profesional. El BNP (Banque Nationale de Paris) patrocina cada año Roland Garros… La visibilidad es fundamental para el negocio.

Sin embargo, lo del HSBC va mucho más allá. Con ello se construye una imagen de seriedad y pulcritud que, en realidad, no concuerda del todo con la filosofía del banco.

Se trata de uno de los bancos más grandes del mundo. En 2025 celebró su 160 aniversario. Hablamos del antiguo Hongkong and Shanghai Banking Corporation. Según publicó en un artículo La Voz de Galicia, en 2014 era el doble de grande que el Santander, que en aquellos momentos era la primera entidad europea y la undécima del mundo. Si hubiera sido un país, su PIB habría rivalizado con el de Alemania.

Más de un siglo y medio en la cúspide del sistema bancario británico y mundial dan para mucho. Y creedme cuando os digo que sigue dando. Sus inicios, en una pequeña isla del litoral chino, fueron muy peculiares y polémicos. Sin duda marcaron su evolución y su visión del negocio bancario hasta el mismo día de hoy. No sorprende que las críticas sigan llegando. Antes hubo muchas otras, ahora son las graves polémicas medioambientales en países como Brasil, Bangladesh o Tanzania las que asedian nuevamente al banco de las controversias.

Pero, habrá que comenzar desde el principio ¿no?

El origen colonial

Hubo un tiempo en que China era el taller del mundo y exportaba sus productos a través de Asia, por la Ruta de la Seda, hasta el Mediterráneo. Hubo una época en la que solamente necesitaba de Occidente la plata de sus monedas que, por cierto, venía en su mayor parte de la América hispana a través de las Islas Filipinas. Durante mucho tiempo sus fronteras estuvieron cerradas a cal y canto al comercio internacional. Sin embargo, a comienzos del siglo XIX la dinastía Qing se había debilitado. El Celeste Imperio estaba maduro para el asalto occidental.

Europa, tras superar una «pequeñísima molestia» llamada Napoleón Bonaparte, había logrado reconducir la situación, dejando atrás el caos de la Revolución francesa. Al menos en apariencia, se había restaurado la paz. El Reino Unido regía los mares sin discusión y su industria crecía a todo trapo… y nunca mejor dicho pues su principal motor era la industria textil.

En ese momento, la India se iba afianzando como su gran colonia. En poco tiempo se convertiría en la joya de la Corona. Era un mercado inmenso para su industria, cuyas manufacturas inundaron el país, condenándolo al subdesarrollo. Además, producía dos productos estrella:

  • El algodón, materia prima fundamental para la industria británica.
  • El opio, que exportaba hacia el norte por la frontera tibetana y que se convirtió, literalmente, en el negocio del siglo.

Como ya explicamos largo y tendido en otro artículo, China trató de resistirse, consciente de la situación. Pero, muy gentilmente, las potencias occidentales —primero Gran Bretaña, y más tarde también Francia, Rusia, EE.UU, Alemania e incluso Japón— le mostraron que eran las dueñas del mundo. Su “diplomacia de las cañoneras” era inmisericorde con los países débiles recalcitrantes.

Fue el comienzo de un expolio inmenso. China se vio obligada a abrir sus puertos al comercio exterior. Tuvo que legalizar la venta y el consumo del opio, a pesar de los graves daños para la salud física y cultural de sus ciudadanos. No pudo negarse a ceder numerosas concesiones territoriales, como la isla de Hong Kong, a perpetuidad. Tampoco a pagar unas desproporcionadamente inmensas reparaciones de guerra.

Al poco tiempo, los británicos se dieron cuenta de que tenían un serio problema: ¿Cómo iban a gestionar todas esas ganancias? Llegaban como ríos totalmente desbordados a la City ¿Qué iba a hacer con semejante avalancha de riquezas? no les cabía aún en la cabeza. Para ganar tiempo había que crear un órgano gestor, un banco: el Hong Kong and Shanghai Banking Corporation.

El gran salto adelante ¿dominio mundial o caída a los infiernos?

Desde entonces, hasta el día de hoy, en 2025, el banco ha crecido hasta ser el 4º banco más importante del mundo y el 2º de Europa. En España tiene sus oficinas en la Torre Picasso, con unas vistas impresionantes que, por una gracia inesperada del destino, pude contemplar hace unos años. El dominio sobre la ciudad era impresionante.

Torre Picasso (Madrid) donde el HSBC tiene su sede desde 1996.
Fuente: about.hsbc.es
Autor de la foto: Leslie E. Robertson Associates / CTBUH
Torre Picasso (Madrid) donde el HSBC tiene su sede desde 1996.
Fuente: about.hsbc.es
Autor de la foto: Leslie E. Robertson Associates / CTBUH

Y no es casualidad que, durante su más de siglo y medio de historia, el banco haya crecido tanto. En la década de 1990 decidió dar el salto definitivo fuera de gigante asiático. Con el nuevo siglo comenzó a verse envuelto en la polémica de forma casi continuada. El antiguo colonialismo se ha sustituido por otro tipo de influencias que, sin embargo, siguen marcadas por escándalos, como detalla este artículo de BBC:

  • 2007 el caso de la lista Falciani, donde aparecen más de 130.000 nombres de potenciales evasores de impuestos en numerosos países del mundo. Se trata tanto personas físicas como jurídicas. Ha salpicado a deportistas, artistas, empresarios, políticos…
  • 2008 el escándalo Libor: que consistió en la manipulación del London Interbank Offered Rate. Este índice marca el tipo de interés que se aplica al crédito interbancario y condiciona los tipos de interés que se conceden a las hipotecas. El HSBC fue multado junto a Barclays, UBS y RBS.
  • 2012 – el gobierno de los EE.UU. multó a la filial mexicana de HSBC por lavado de dinero de las principales bandas de narcotraficantes mexicanos en los EE.UU.
  • 2012 –  se acusó al HSBC de ser una vía de financiación del terrorismo islámico internacional, por sus supuestos lazos con Irán.
  • 2014 –  se acusó formalmente al HSBC, junto a Goldman Sachs, BASF y Standard Brand, de manipular los precios de los mercados en los que se negociaban los metales preciosos.
  • 2014 el escándalo FOREX: que consistió en la manipulación del mercado de divisas al menos entre 2008 y 2013 por el HSBC y otras corporaciones como CITIBANK, JP Morgan, RBS, UBS.

En el año 2014 EE.UU., Francia, Bélgica y Argentina ya investigaban al HSBC en relación al caso Falciani. El Reino Unido aún no había comenzado a hacerlo. Mientras tanto, en España, el ministro Montoro (del gobierno del PP) decía que se estaba estudiando el caso. Sí, el mismo que nos pedía que nos apretásemos el cinturón durante la crisis y que ha sido imputado —mientras se redactaba este artículo—. Presuntamente benefició a empresas energéticas con algunos cambios en la legislación española.

En nuestro país, en aquella época el banco no era muy conocido porque no ofrecía servicios de banca personal. Sin embargo sí se los ofrecieron a algunos ciudadanos para, presuntamente, defraudar a la hacienda pública.

Nuevos tiempos, nuevas polémicas: HSBC y la lucha contra el cambio climático

A pesar de todo este historial, nuestros protagonistas siguen envueltos en controversias. Un informe publicado en julio de 2025 por la ONG Alianza-ActionAid denuncia que la falta de regulación bancaria del Reino Unido facilita que el HSBC financie grandes proyectos extractivos de combustibles fósiles y de agricultura industrial.

Los beneficios del banco han aumentado considerablemente gracias a ellos, como se indica en el informe. Esto no representaría ningún problema si no fuera por los graves daños medioambientales y sociales que causan a las comunidades locales.

El informe señala tres proyectos particularmente problemáticos:

  • En Brasil, el cultivo de la soja del gigante industrial Cargill.
  • En Tanzania, el Oleoducto de África del Oriental (EACOP, por sus siglas en inglés)  
  • En Bangladesh, la planta de energía gestionada por United Payra Power Ltd. (UPPL, por sus siglas en inglés).

Pero esto no es todo. El día 14 de julio de 2025 Expok —compañía especializada en responsabilidad social empresarial (RSE) y sostenibilidad corporativa— publicó un artículo en el que se informaba de que el HSBC abandonaba el Net-Zero Banking Alliance (NZBA, por sus siglas en inglés).

Este proyecto fue impulsado por Naciones Unidas para reunir a grandes corporaciones comprometidas con la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, el giro conservador en política global —especialmente en los EEUU— ha provocado un cambio de postura entre varios actores del sector bancario. El HBSC no ha dudado en seguir sus pasos. El intento de lavado de cara no duró mucho tiempo porque los accionistas no perdonan, la ética se subordina a los beneficios.

Las críticas entre ciertos sectores de inversores no se han hecho esperar. A pesar de ello, parece que el aumento de los beneficios ha hecho más rentable retirarse de la lucha contra el cambio climático que continuarla.

Ya en 2022, el Órgano de vigilancia de publicidad del Reino Unido prohibía los anuncios "verdes" del HSBC
Fuente: umsoplaneta.globo.com
Ya en 2022, el Órgano de vigilancia de publicidad del Reino Unido prohibía los anuncios «verdes» del HSBC
Fuente: umsoplaneta.globo.com

Esta actitud supone una seria amenaza ya que puede empujar a otros miembros del NZBA a hacer lo mismo. Actualmente hay un riesgo altísimo de que acabe normalizándose la inacción contra el cambio climático.

¿Hemos aprendido algo?

Todo esto debería hacernos reflexionar sobre la combinación explosiva que supone la falta de honestidad recurrente, la codicia y la falta de visión a largo plazo.

¿Cómo es posible que una entidad como el HSBC se haya visto envuelta en tantos y tan continuados escándalos y no haya tenido ni tan siquiera que cambiar de nombre?

¿Qué es lo que lleva a que la gente y las corporaciones a nivel mundial sigan confiando en una entidad como esta?

¿Por qué caminos nos lleva un sistema económico que piensa como Maquiavelo, que el fin justifica los medios? Parece que solamente interesa el beneficio rápido, obviando por completo la destrucción del planeta y las consecuencias para la vida humana.

¿Es, quizá, nuestra memoria tan corta que olvidamos al instante lo que publican los medios de comunicación internacionales?

Puede que simplemente estemos anestesiados, que todo nos dé igual. Quizá sea, al fin y al cabo, la respuesta más sencilla. Basta con ver cómo se celebra, a bombo y platillo, el aniversario de la fundación de esta institución —tan salpicada de corrupción— en el verde inmaculado del Queen’s Club.

De todas maneras, ya se sabe: ¡Juego, set y partido! Rien ne va plus. La banca siempre gana.

Fuentes consultadas:

  • Informe de ActionAid, Who pays de price? The cost of HSBC’s climate damages, julio de 2025

Licenciado en Historia, la Universidad de Cantabria es su alma mater. Con un pedacito de su corazón entre España, Italia, Irlanda y Polonia. Conversador y amante de las pequeñas y grandes historias. Apasionado de los viajes, la lectura, el cine, la escritura. Disfruta del rugby, la brisa marina, la buena mesa y la sobremesa. Verdiblanco hasta la médula, sufre con el Racing de Santander. Profesor de ELE, Historia y Cultura de España, guía turístico y traductor... Ahora, inmerso en una nueva reinvención, el destino le ha llevado a Bye Bye Viernes.

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